Tú y yo somos tres

La soñadora Manolina, tras ver su fotografía, se enamora de Rodolgo Céspedes, un poeta sudamericano, autor de unos versos muy emotivos. Ésto le sugiere escribir a su ídolo, y a raíz de la correspondencia surge un idilio epistolar que concluye en boda por poderes. Pero, cuando llega el momento de conocerse personalmente, Manolina cree enloquecer, porque su esposo llega al aeropuerto con un hermano gemelo y además siamés, Adolfo. Separados por el doctor Zembreras, mientras Rodolfo comienza a vivir con su esposa, Adolfo hace todo lo posible por amargar la vida a su hermano, dado que ambos sienten lo mismo y, como es lógico, él también estaba enamorado de Manolina. Ante tan imposible situación, Rodolfo y Manolina deciden separarse, pero en el último momento Rodolfo siente que Adolfo se ha enamorado de una chica de Pamplona y el amor lo ha liberado de la dependencia a su hermano.