Marcelino pan y vino

En el siglo XVII, después de una cruenta guerra, los monjes de un humilde monasterio encuentran a un recién nacido entre las ruinas de una casa. El niño es bautizado con el nombre de Marcelino y su vida transcurre entre el cariño de los frailes.

Con los años el niño echa de menos el amor de una madre. Cuando un pintor llega al monasterio para realizar un cuadro de Jesús y la Virgen María, cuya modelo es la mujer ya fallecida del terrateniente de la comarca, Marcelino ve en ella a su propia madre.

El prestigioso director italiano Luigi Comencini ("El gran atasco", "La mujer del domingo") firma este remake que vuelve a adaptar el relato de Sánchez Silva, ahora con algunas libertades con respecto a la versión anterior.

Es una coproducción hispano-franco-italiana que sirvió para lanzar como efímero actor infantil al niño Nicolò Paolucci, muy bien arropado por los españoles Fernando Fernán Gómez, Alfredo Landa y Lucio Romero.